Earthtalk Thursday: What's in your perfume?


DiálogoEcológico
De los Redactores de E/La Revista Ecológica

Querido DiálogoEcológico: Siempre he sospechado que los perfumes y colonias no deben ser demasiado sanos simplemente porque el olor de muchos de ellos me molesta. ¿Es esto correcto? ¿Hay información disponible sobre el asunto? -- Lucinda Barry, Minneapolis, MN

¡Ahhh. .. el dulce olor de los productos petroquímicos! El Environmental Working Group (EWG) [Grupo de trabajo Ambiental] reporta que, aunque muchos perfumes populares, rocíos de colonias y cuerpo contienen cantidades ínfimas de esencias naturales, ellos también contienen típicamente una docena o más de sustancias químicas sintéticas potencialmente peligrosas, algunas de las cuales son derivadas del petróleo. Para proteger sus secretos comerciales, se permite a los fabricantes ocultar los ingredientes de perfumes, así que los consumidores no pueden depender de las etiquetas para saber los peligros que puedan acechar dentro de esa nueva botella de perfume.

"Una rosa puede ser una rosa," reporta EWG. "Pero ese fragancia rosa en su perfume puede ser algo más, enteramente confeccionado de cualquiera de los 3.100 ingredientes que la industria de perfumes mantiene en su inventario, y cuyas fórmulas casi siempre se ocultan a los consumidores".

La Campaña de Cosméticos Seguros, una coalición de más de 100 grupos que buscan transparencia acerca de sustancias químicas en cosméticos, comisionó pruebas independientes de laboratorio que revelaron 38 sustancias químicas secretas en 17 perfumes prominentes. ¿Los principales delincuentes? American Eagle Seventy Seven encabezó la lista con 24, seguido por Chanel Coco con 18 y Britney Spears Curious y Giorgio Armani Acqua Di Gio, cada uno con 17.

"El producto medio de perfume probado contenía 14 sustancias químicas secretas no mencionadas en la etiqueta," indica EWG, que analizó los datos de la Campaña. "Entre ellos hay sustancias químicas asociadas con perturbaciones hormonales y reacciones alérgicas, y muchas sustancias que no han sido evaluadas por concepto de seguridad en productos personales de cuidado". EWG agrega que parte de los ingredientes no revelados son sustancias químicas "con propiedades peligrosas preocupantes o con propensión a acumularse en tejidos humanos". Ejemplos incluyen el falato de dietilo, una sustancia química encontrada en el 97 por ciento de los norteamericanos y ligada a daño del semen en diversos estudios epidemiológicos humanos, y la acetona de almizcle que se concentra en el tejido graso humano y la leche materna.

EWG explica que los ingredientes no clasificados en la "mezcla oculta de perfumes" deben ser listados en la etiqueta, así que los fabricantes revelan algunas sustancias químicas pero "amontonan otros en la categoría genérica de "fragancia"." EWG culpa en parte al gobierno de EEUU, indicando que la Agencia de Alimentos y Drogas (FDA) "no ha evaluado la seguridad de la inmensa mayoría" de sustancias químicas secretas utilizadas en productos tipo aerosol como perfumes. "El secreto de los perfumes es legal debido a una laguna legal gigante en la Ley Federal de Empaquetamiento y Etiquetado Honesto, de 1973, que ordena a las compañías listear ingredientes de cosméticos en las etiquetas de productos pero exime explícitamente el perfume," reporta EWG. Como tal, la industria de cosméticos ha mantenido el público en la oscuridad acerca de los ingredientes de perfume, "aún ésos que representan peligros potenciales para la salud o se acumulan en los cuerpos de personas".

Para más información, eche un vistazo al informe de EWG para mayo de 2010, "No Tan Sexy", disponible en el sitio web del grupo. También, la base de datos SkinDeep de EWG sirve como una fuente evolucionante de información sobre ingredientes (y sus peligros para la salud) en miles de cosméticos y productos relacionados, ampliamente disponibles en el comercio.

CONTACTOS: Campaign for Safe Cosmetics, www.safecosmetics.org; EWG’s “Not So Sexy,” www.ewg.org/notsosexy; Skin Deep, www.ewg.org/skindeep.

EarthTalk® (DiálogoEcológico) es escrito y editado por Roddy Scheer y Doug Moss y es una marca registrada de E - La Revista Ecológica (www.emagazine.com). Traducción española de Patrice Greanville. Sírvase enviar sus preguntas a: earthtalk@emagazine.com. Suscripción: www.emagazine.com/subscribe. Pida un número gratis: www.emagazine.com/trial.



EarthTalk®
E - The Environmental Magazine

Dear EarthTalk: I’ve always suspected that perfumes and colognes must not be too healthy simply because of the way the smell of most of them bothers me. Am I correct? Is there information available on this issue? -- Lucinda Barry, Minneapolis, MN

Ahhh...the sweet smell of petrochemicals! The Environmental Working Group (EWG) reports that, while many popular perfumes, colognes and body sprays contain trace amounts of natural essences, they also typically contain a dozen or more potentially hazardous synthetic chemicals, some of which are derived from petroleum. To protect trade secrets, makers are allowed to withhold fragrance ingredients, so consumers can’t rely on labels to know what hazards may lurk inside that new bottle of perfume.

“A rose may be a rose,” reports EWG. “But that rose-like fragrance in your perfume may be something else entirely, concocted from any number of the fragrance industry’s 3,100 stock chemical ingredients, the blend of which is almost always kept hidden from the consumer.”

The Campaign for Safe Cosmetics, a coalition of over 100 groups seeking transparency about chemicals in cosmetics, commissioned independent laboratory tests that revealed 38 secret chemicals in 17 leading fragrances. The top offenders?: American Eagle Seventy Seven topped the list with 24, followed by Chanel Coco with 18 and Britney Spears Curious and Giorgio Armani Acqua Di Gio each with 17.

“The average fragrance product tested contained 14 secret chemicals not listed on the label,” reports EWG, which analyzed the Campaign’s data. “Among them are chemicals associated with hormone disruption and allergic reactions, and many substances that have not been assessed for safety in personal care products.” EWG adds that some of the undisclosed ingredients are chemicals “with troubling hazardous properties or with a propensity to accumulate in human tissues.” Examples include diethyl phthalate, a chemical found in 97 percent of Americans and linked to sperm damage in human epidemiological studies, and musk ketone, which concentrates in human fat tissue and breast milk.

EWG explains that ingredients not in a product’s “hidden fragrance mixture” must be listed on the label, so makers disclose some chemicals but “lump others together in the generic category of ‘fragrance’.”

EWG blames the U.S. government in part, pointing out that the Food and Drug Administration “has not assessed the safety of the vast majority” of secret chemicals used in spray-on products such as fragrances. “Fragrance secrecy is legal due to a giant loophole in the Federal Fair Packaging and Labeling Act of 1973, which requires companies to list cosmetics ingredients on the product labels but explicitly exempts fragrance,” reports EWG. As such, the cosmetics industry has kept the public in the dark about fragrance ingredients, “even those that present potential health risks or build up in people’s bodies.”

For more information, check out EWG’s May 2010 “Not So Sexy” report, available on the group’s website. Also, EWG’s SkinDeep database serves as an evolving source of information on the ingredients (and their health risks) in thousands of cosmetics and related products widely available on store shelves.

CONTACTS: Campaign for Safe Cosmetics, www.safecosmetics.org; EWG’s “Not So Sexy,” www.ewg.org/notsosexy; Skin Deep, www.ewg.org/skindeep.

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